Páginas GT Turbo de Alex

Una historia de amor

Vista de frente Érase una vez, cuando tenía 16 años, que empecé a trabajar en un servicio técnico de reparación de TV. Había un hombre que había participado en algunos rallyes, que a veces venía a trabajar con nosotros. A mi siempre me habían gustado los coches y la mecánica, y, mientras trabajábamos, a veces si le preguntabas y a veces sin preguntarle, nos contaba historias sobre él y sus coches, y podéis apostar a que me encantaban sus historias. Estaba un poco loco, y tenía un GT Turbo.

Un dia explicaba como rompió un engranaje de la dirección mientras hacía trompos en un campo de fútbol una noche, como se encontró un coche parado en el medio de una carretera secundaria mientras iba a más de 200 km/h otra noche, como, con más alcohol del que debería haber bebido, chocó con un coche aparcado sin darse cuenta de que había chocado hasta que su amigo, que iba al lado, se lo dijo, como su mujer no le dejaba ya correr, lo jodidamente caro era el mantenimiento de su coche....

Vista trasera

Y, una tarde, terminamos de trabajar juntos. Su coche estaba aparcado al lado de la puerta, y salimos a la vez. Era un GT Turbo rojo de la primera fase. Por supuesto que los había visto en la calle, y me parecían bonitos, pero no sabía mucho de ellos. Le dije que me lo enseñara, y el me dejó entrar. El habitáculo estaba bien, los asientos estaban bien, y el stereo estaba bien.

-Venga, te acerco a tu casa...
-Vale...

Arrancó el motor y nos empezamos a mover. En un par de minutos, le pregunte:

-Esto del turbo, ¿es tanto como dicen?
-Bueno.... ¡compruébalo tú mismo!

Yo no vivía lejos de allí, todo el camino a través de ciudad y sin calles anchas, pero después de entrar en una de dos carriles, el tipo cambió a segunda y pisó el acelerador.

Sentí que se me pegaba el cuerpo al respaldo como nunca había sentido, en una forma que siempre describí como "Estaba acelerando fuertemente, como cualquier otro coche, pero, de repente, sobre esa fuerza, una mucho mayor empezó a sumarse a la aceleración inicial pegándote la espalda al asiento..."

El hombre dejó el trabajo, y yo también más tarde, pero creo que ese dia, en algún sitio de mi mente, escribí una nota que decía "Comprate este coche algún dia, tio". Me enamoré, y uno podría decir incluso que fue "amor a primera vista".

A los 18, estaba loco por los coches. Después de algunas comparaciones de mercado, empecé a comprender las particularidades del coche y ya era un buen fan del los GT Turbo, incluso en contra de aquellos que decían que el coche era una "tumba abierta", un "ataud", que la mitad de los coches que se habían fabricado estaban en los desguaces como "siniestro total", y de aquellos que decían que te gastarías todo tu dinero en él.

Vista lateral

Entonces me saqué el carnet de conducir, y mi padre me pasó su coche usado, un Seat Ronda 1.7 diesel de 9 años, y siempre le estaré agradecido y orgulloso del coche. Era un coche de dos volúmenes de tamaño medio con un motor diesel OHC reconstruido y desarrollos muy cortos. No muy rápido, pero duro como una roca, y, con una suspension trasera de ballesta invertida, estable como el demonio en las curvas. Lamento no tener foto que poner, pero sólo conservo una cinta de video tomada con la camara de la tia de un amigo, haciendo trompos en un aparcamiento de arena (¿os recuerda algo? :-).

Yo sabía conducir desde que era un chaval -mi padre me enseñó-, y, con ese coche en mis manos, empecé a practicar técnicas de conducción deportiva (Un paragolpes delantero y un árbol tuvieron una pequeña discusión una vez, pero nada serio).

Pero entre los kilómetros que tenía encima y por mi forma de conducirlo, el motor se despidió de la vida tras cuatro años. Quemó una junta de culata a 700 km de casa (¡aunque me las apañé para volver añadiendo agua cada 40 km!). Luego quemó otra al cabo de un mes porque la culata estaba deformada, y los rodamientos de la bomba de agua también fallaron. Todo eso no iba a ser barato.

Mientras tanto, nunca había dejado de trabajar mientras seguía estudiando y ahorré el suficiente dinero para pensar en un reemplazo. En EL reemplazo.

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